Hoy queremos compartir con vosotr@s un precioso poema, escrito por alguien que prefiere permanecer en el anonimato, y que nos ha emocionado inmensamente. El alzheimer o la demencia hacen de algun@s de nuestr@s usuari@s seres especialmente vulnerables. Cada día sentimos su dolor y tratamos de darles todo ese cariño que sus seres queridos no pueden ofrecerles al no poder acercarse a ell@s estos días para proteger su salud. ÁNIMO. YA QUEDA UN POCO MENOS. Y NO OLVIDÉIS NI UN SEGUNDO QUE A ESTE VIRUS LO PARAMOS UNIDOS.
Nos amarra la enfermedad a nuestras casasA la distancia de seguridadSin salirSin tocarnosSin abrazarnosY mientras, en PalenciaEn patios, hermosos y luminosos,Caminan sin rumbo quienes perdieron la memoriaSin entender porque oyen voces sin labios que se muevenO porque las caricias están racionadasLas distancias son un poco más grandes, más lejanasLas golosinas que les traían alguien que no reconocíanPero que siempre les hablaban con ternuraDesaparecidasY pasamos con prisas, por delante de ellosNosotros también nerviosos, preocupados,Por ellos, por nosotros, por el “bicho”Sin tiempo a casi nada que no sea “eficiente”Y mientras, ellos nos sonríenO nos piden mimosAlgunos se sienten más tristes, no por ellos,Sino como siempre, por los suyosY de vez en cuando, me hacen, sin saberlo, algún pequeño regalounas manos inmensas, fuertesalisando incansablescon ternura un trapocaricias sin descanso, a un babero,a falta de que las reciba para quien son.Sé qué hacemos lo correcto, lo necesario,Pero dejadme que lloreAl ver mi patio de los inocentesQue no solo está en GranadaQue también está en Palencia