Entrevista a Enrique Bermúdez, psiquiatra del Centro Asistencial San Juan de Dios Palencia

Enrique Bermúdez es además experto universitario en intervención en adicciones.

¿Existe relación hay entre soledad y juego?

Primero conviene aclarar que existen distintos motivos para jugar y que no todos están forzosamente asociados a la soledad. Estos motivos, además, no son excluyentes entre sí, pudiendo una misma persona jugar impulsada por distintos motivos a la vez o por distintos motivos en diferentes etapas de su ciclo vital.Uno de los motivos para jugar es escapar de problemas, mitigar estados emocionales negativos o afrontar el estrés.

“Entre las personas que juegan por este motivo en particular es frecuente encontrar sentimientos de minusvalía, abandono y soledad, que les conduciría a refugiarse en casinos y casas de apuestas como manera de afrontar sus emociones e inseguridades.”

  • ¿La soledad es causa o consecuencia de la adicción? ¿Cómo impacta en la adicción al juego?

Hemos visto cómo los sentimientos de soledad pueden ser motivo para iniciarse en el juego. Sin embargo, no todas las personas que juegan lo hacen problemáticamente.

Entre las que sí desarrollan un trastorno de juego, la Dirección General de Ordenación del Juego coordinó un estudio multicéntrico de amplio alcance para establecer los perfiles sociodemográficos y clínicos de las personas con este problema. Hallaron que los más gravemente afectados, tanto hombres como mujeres, compartían algunos factores en común. Uno de esos factores es que se trataba de personas solteras o separadas. Las mujeres más gravemente afectadas, además, vivían solas.

“Por todo lo dicho, podríamos sugerir que la soledad puede ser un factor implicado tanto en el inicio como en el desarrollo y el mantenimiento de esta adicción en determinados casos.”

  • ¿Cómo impacta esta adicción en la calidad de vida?

Cuando se establece la adicción ocurre un descontrol sobre la conducta de juego. Los afectados son incapaces de dejar de jugar pese a las consecuencias negativas y el juego problemático ocupa la actividad diaria (cómo jugar, cuándo, de dónde obtener el dinero…). Esta incapacidad para dejar de jugar nada tiene que ver con el estigma de las adicciones como un fallo voluntario del carácter, pues hablamos de enfermedades cerebrales neurobiológicamente demostradas.

Las consecuencias negativas abarcan daños de relaciones familiares, personales y laborales. Además, el informe sobre adicciones comportamentales del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones revela que entre las personas que juegan problemáticamente también son más frecuentes el consumo de riesgo de alcohol, el mayor consumo de tabaco y los síntomas de ansiedad y depresión.

  • ¿Por qué hay tanto silencio alrededor de esta adicción?

Los problemas que se dan como resultado del juego problemático intensifican la propia conducta de juego. Es decir, afrontar la pérdida tanto económica como personal que les supone a los afectados, controlar el estrés que les provoca el juego y controlar la presión que les supone ocultarlo, desemboca en la repetición de la conducta. Con el tiempo, la persona afectada puede generar creencias de incontrolabilidad que le disuadan de la búsqueda de ayuda.

A pesar de ello, se afirma que es creciente el número de personas que piden ayuda en relación a problemas con el juego, circunstancia que da la medida del crecimiento de este fenómeno.

  • ¿Ha habido un incremento de esta adicción entre menores?

Ha habido un incremento de la práctica del juego y se ha medido. La encuesta ESTUDES, realizada por el Plan Nacional sobre Drogas en enseñanza secundaria, muestra un crecimiento del número de jóvenes que han jugado con dinero, tanto de forma presencial como en Internet.

El Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción ha analizado las prácticas de juego con dinero en jóvenes entre 18 y 24 años. Era habitual reconocer que los contactos con el juego se tienen cuando aún eran menores de edad, presencialmente en salones de juego o a través de cuentas online de personas mayores de edad. Según el estudio, para los jóvenes jugar es una opción más de ocio normalizado, que se considera un gasto como cualquier otro, apunta la posibilidad de hacer amigos y se marca como objetivo la diversión.

En muchas ocasiones, el juego se asume de forma grupal y mezclado con sustancias, como el alcohol (no porque el juego provoque su consumo, sino porque el alcohol también forma parte del contexto de ocio normalizado). En combinación con otros factores, lo que se inicia como una práctica grupal -que viene incrementándose durante los últimos años- puede evolucionar consolidándose en forma de hábito individual cuya diversión desaparece y dar paso a un trastorno adictivo.

  • ¿Hay diferencias entre los nuevos juegos de azar y apuestas de modalidad online, respecto al juego presencial?

La modalidad online supone diferencias con respecto al juego presencial: mayor frecuencia (más partidas en menos tiempo), acceso ininterrumpido (24 horas), y globalización del juego (partidas en vivo en cualquier rincón del mundo).

La tecnología móvil, además de los elementos propios del juego online, tiene sus propias singularidades. El móvil es un dispositivo rápido, que rebaja el valor psicológico del dinero a símbolos y provoca la ilusión de herramienta que otorga el poder de ganar. Esta tecnología facilita la impulsividad en su uso gracias a los datos bancarios almacenados, la inmediatez del juego (simultaneidad entre deporte y apuesta), requiere menos pasos para jugar (menos clicks) y ofrece múltiples formas (juegos, apuestas, compraventas…). El resultado es la toma de decisiones rápidas y poco planificadas.

  • En la publicidad el lema es “el juego es divertido”. ¿Qué opina de la publicidad del juego en los medios de comunicación? ¿Debe regularse al igual que la publicidad sobre el alcohol y el tabaco?

Hemos involucionado de un concepto de juego responsable que otorgaba a la industria del juego el papel de velar por un correcto uso de sus productos a modelos donde son los usuarios (y no la industria del juego) y sus vulnerabilidades los factores que explican que los productos de azar se usen adecuadamente o no. La regulación, por tanto, parece imprescindible si queremos prevenir que la industria del juego malentienda los avances en el conocimiento de las neurociencias.

Hoy en día se considera a los medios de comunicación un elemento más del proceso de socialización en nuestra cultura, que puede condicionar diversos aspectos del desarrollo de los jóvenes y su conducta. La publicidad del juego, en el momento actual, llega por múltiples canales, de forma continua y sin necesidad de acudir a ella. Se centra en contenidos no realistas, sirviéndose de figuras relevantes del deporte o el espectáculo, exageran la posibilidad de ganar, ofrecen facilidades para el inicio de la actividad…

  • ¿Cómo afrontar una adicción de este tipo? En la sociedad y en el entorno familiar y social.

Hemos dejado claro que una adicción es una enfermedad cerebral. Estas enfermedades aparecen en sujetos vulnerables, cursan con recaídas y deben ser abordadas desde una perspectiva biológica, psicológica y social.
Como sociedad, es fundamental desculpabilizar al jugador y promover todas aquellas actuaciones dirigidas a implementar un mayor control urbanístico, regular la publicidad y aplicar correctamente las leyes que tienen por objeto prevenir las conductas adictivas y proteger los derechos de los menores.

En el entorno familiar, se hace necesario cuidar y vigilar la dotación tecnológica de las personas menores de edad. También juegan un papel en la consolidación del hábito, al igual que hemos estudiado en el caso del alcohol, los referentes que procuran el grupo de pares, los hermanos y la pareja (citado especialmente por mujeres el caso de la pareja).
Para los casos que requieran tratamiento especializado, existen dispositivos específicos accesibles desde el sistema de salud.

  • ¿Se puede prevenir? ¿Cómo educar a los menores para que sean conscientes del peligro de que “el juego no es divertido”?

La educación es fundamental para prevenir el desarrollo de este problema. A pesar de cierto desprecio por la información en etapas iniciales del juego, los jóvenes comprenden la necesidad de educación y sensibilización al respecto, lo cual ofrece a los profesionales la oportunidad de trasladar la información sobre los riesgos y consecuencias del juego a nivel personal, psicológico y emocional, para quien juega y también para su círculo más cercano. Esta aproximación permite asimismo revisar valores como el éxito, frente a la convicción de que se puede llegar a ser rico y vivir de jugar al póquer o realizar apuestas deportivas, como ponen de manifiesto las fantasías de profesionalización o las pretensiones de búsqueda de autonomía económica frente a los padres a través del juego.

  • En tu experiencia, ¿qué es lo más difícil para superar esta adicción?

El abordaje es individualizado y, por lo tanto, varía de una persona a otra. Dicho de otro modo, es frecuente que dos personas con la misma adicción expresen necesidades diferentes y en distinto grado. El mejor tratamiento es el preventivo, disponer de la información adecuada y llevar a cabo una detección precoz del problema.

En trastornos adictivos establecidos, el tratamiento que ha demostrado mayor nivel de evidencia científica es el tratamiento integral biopsicosocial, que se aplica por un equipo multidisciplinar en el que distintos profesionales (médico, psiquiatra experto en adicciones, psicólogo, enfermera, trabajador social, educadores…) trabajan de forma coordinada para cocrear junto a la persona un plan individual que le motive hacia el cambio en el estilo de vida.

Combinadamente, algunos casos pueden requerir abordaje farmacológico de la impulsividad, ya que esta predice el desarrollo del problema y el abandono del tratamiento; en otros casos puede ser recomendable intensificar las intervenciones psicoterapéuticas, que ponen el foco en la forma de relacionarse con las experiencias internas para mejorar el afrontamiento y prevenir recaídas; en otros casos es fundamentalmente importante la actuación precoz sobre las causas que generan problemáticas individuales y colectivas, derivadas del entorno social; etc.

  • Formas de afrontar la soledad para no caer en las adicciones

Este es uno de los retos de nuestro tiempo. Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el que el envejecimiento y la soledad están cobrando singular importancia en el conjunto de factores personales, sociales, políticos y ambientales que determinan el estado de salud de los individuos y las poblaciones. Es creciente y necesaria la cantidad de información resultado de investigaciones sociodemográficas de que disponemos. Esta información debe ser analizada cuidadosamente para poder incluir y adaptar las intervenciones sobre la soledad en la planificación y evaluación sanitaria. La respuesta no es eminentemente médica pero, juntos, la encontraremos.

Noelia Sánchez

Responsable de Comunicación San Juan de Dios -Provincia de Castilla