“La unificación es una oportunidad para reforzar, revisar y responder mejor a los desafíos, internos y externos, de la Orden”
Entrevistamos al Hno. Juan José Ávila, Delegado del Superior General para España.
El pasado mes de enero, en el V Capítulo Interprovincial, se tomó una decisión de gran envergadura para la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en España: la creación de una Provincia única en 2020. Para llevar adelante este proceso, el Superior General depositó en usted la confianza nombrándole Delegado del Superior General para España.
- ¿Cómo se sintió con su nombramiento?
Cuando me lo comunicaron el Hno. General y el Hno. Benigno Ramos como Consejero General en un primer momento no puedo negar que me resultó muy llamativo, una gran sorpresa. Es un nombramiento para un momento muy especial de la Orden en España, de relevancia y con una responsabilidad importante.
Además, todo lo desconocido provoca inseguridades, miedos, incertidumbres y esto a veces nos hace no ver las situaciones con claridad. En el desarrollo de la conversación fui entendiendo y compartiendo los motivos y razones que me manifestaron. Debo decir que me siento profundamente agradecido al Superior General y a su Consejo y también a los Hnos. Provinciales, con quienes valoró mi nombramiento.
Hoy, después de dos meses de ese momento, estoy más tranquilo, asimilando este proceso con trabajo, mucha ilusión y especialmente siendo más consciente del contexto y la situación en la que estamos, después de la decisión tomada en el reciente Capítulo Interprovincial. Es un gran desafío.
- ¿Qué mandato tiene para estos dos años?
El Hno. Jesús Etayo como Superior Provincial con su Consejo, en el reglamento de funciones que han elaborado, señalan la misión: “llevar adelante el proceso de constitución de una sola Provincia en España”. Lógicamente en este mandato me siento muy acompañado, en el Capítulo también nombraron al Consejo Delegado formado por los tres Hnos. Provinciales y los Hnos. Luis Marzo y José Miguel Valdés.
Quiero resaltar que en este proceso la disposición que tengamos todos es fundamental, en las funciones que el Hno. General nos detalla en el reglamento explicita también actitudes esenciales: diálogo, participación, prudencia, transparencia, fraternidad, comunión… estas y otras serán básicas para que la misión pueda realizarse con buenos resultados. Debemos dar respuesta a lo aprobado en el Capítulo Interprovincial, centrándonos en las propuestas aprobadas, desde la serenidad, desde la escucha y desde la toma de decisiones.
- ¿Qué supone la unificación para la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios?
Los Hermanos que estuvimos en el Capítulo entendimos que era el momento de escuchar lo que nos demandaban los Hermanos, Colaboradores y también la Iglesia. Debíamos realizar a la inversa la decisión tomada en 1934 cuando la Orden creó las tres Provincias actuales, respondiendo a las necesidades y condiciones del momento. Con respeto y con prudencia nos planteamos también nosotros esta decisión trascendental, que otras muchas instituciones ya tomaron antes que nosotros en España, siendo conscientes de la oportunidad que teníamos por delante.
Después de la reflexión que un grupo formado por Hermanos y trabajadores de las tres Provincias llevaron a cabo en los tres años precedentes, donde analizaron los ejes de Estructuras, Colaboradores y Hermanos y que nos presentaron en el Capítulo; decidimos, después de un importante proceso de discernimiento, aprobar por una amplia mayoría el sí a la unión de las Provincias. En esta oportunidad que se nos presenta queremos actuar integrando las diferentes sensibilidades y peculiaridades de cada Provincia, donde nos sintamos lo más cómodos posible, siendo conscientes que es mucho lo que nos une a Hermanos y Colaboradores de las tres Provincias.
Es necesario “dejarnos guiar por el Espíritu de San Juan de Dios, para caminar siempre anclados en las raíces que fundamentan nuestra identidad y que son nuestra razón de existir y el sentido de nuestro ser”. El Hno. General en el discurso de clausura nos aportó: “creo que esta decisión nos da nuevas oportunidades en todos los aspectos, para responder mejor a lo que en la actualidad se nos pide”. Es una oportunidad para responder mejor a lo que la Iglesia, la sociedad y nosotros mismos valoramos en estos momentos.
- Se han cumplido 150 años de un hecho histórico, la restauración de la Orden en España ¿cree que la decisión de unificación supone un hito para la Institución?
San Benito Menni el 14 de enero de 1886 llegó a España enviado por el Superior General para restaurar la Orden en un contexto muy difícil a nivel social, político y religioso. Pidiendo de puerta en puerta, consiguió empezar en Barcelona un pequeño hospital para niños con alguna minusvalía, después Ciempozuelos, Santa Águeda… En 1903 cuando cesó como Superior Provincial, en España había fundado quince casas. Otros Hermanos siguieron estos pasos con gran importancia en cada momento de la historia.
Estamos en otro contexto no exento también de algunas dificultades tanto a nivel religioso como social y, como en aquel momento, hemos decidido dar una respuesta histórica a una realidad de este momento. Hemos sabido leer, espero que acertadamente, los signos que los tiempos nos presentan y efectivamente será un hito para nuestra Orden en España.
Hemos sido generosos dejando a un lado los miedos y arriesgando a pesar de embarcarnos en algo desconocido, pero muy confiados en que nos guía el Espíritu y que a San Juan de Dios también lo tendremos cerca, nos inspirará lo más adecuado y dará fuerzas para llevarlo adelante.
- ¿Qué papel juegan los hermanos en este proceso?
Tanto los Hermanos como los Colaboradores vamos a tener un papel FUNDAMENTAL en todo este proceso y también en la futura Provincia. Es una realidad que los Hermanos tenemos una situación concreta, menor número y edad media elevada, como en tantas instituciones en la Iglesia, pero hemos de poner el acento en que somos un número significativo entre las tres Provincias para seguir aportando mucha experiencia y compartiendo misión, valores y vida.
Debemos repensar el papel concreto que hemos de tener, dónde situarnos e igualmente el papel de los Superiores y las Comunidades en las Obras. Debemos ser creativos en la decisión sobre cuál será la forma de saber llegar mejor a cada realidad de Hospitalidad. El Papa Francisco nos dice “os animo también a ser profetas de esperanza, con los ojos vueltos al futuro, allí donde el Espíritu empuja, para continuar haciendo con vosotros cosas grandes”. Seguiremos haciendo cosas grandes desde el lugar en el que cada Hermano estemos.
- ¿Y el de los colaboradores?
Indicaba en la anterior pregunta que serán también FUNDAMENTALES: 12.000 trabajadores, 3.500 voluntarios y muchísimos bienhechores… los números hablan por sí solos, indicándonos la importancia que tendrán los Colaboradores en este proceso.
El Hno. General nos indicaba en su discurso inicial del Capítulo: “Hermanos y Colaboradores hemos de trabajar juntos y hemos de escucharnos e incluso confrontarnos, guiándonos todos por la honesta fidelidad al espíritu de San Juan de Dios, buscando siempre aquello que sea más adecuado para que permanezca el carisma de la hospitalidad juandediana”. “El carisma permanece, es fuerte, la obra pasa. El Instituto es creativo, busca siempre nuevos caminos” (Papa Francisco)
En el Consejo Delegado estamos diseñando los grupos de trabajo en el que participarán Hermanos y Colaboradores para dar respuesta a las propuestas aprobadas en el Capítulo y que nos van a diseñar el esquema de trabajo para el presente, y especialmente las líneas generales de lo que será la Provincia única en España en el año 2020.
En la entrevista que se realizó a los trabajadores antes del Capítulo el 90% señalaban que veían aspectos que entendían como positivos en la Provincia única, entre otros: la existencia de una identidad común, mayor aprovechamiento de recursos y mayores sinergias.
- ¿Cómo cree que debe asumir este reto la familia hospitalaria?
Con mucha ilusión en este proceso para el presente y para el futuro. Es una oportunidad para reforzar, revisar y responder mejor a los desafíos que la Orden tiene a nivel interno de los Hermanos, de las Comunidades y también en las obras y presencias de Hospitalidad.
Debemos asumirlo con esperanza, con trabajo y esfuerzo personal de los Hermanos y de los Colaboradores que más directamente estemos implicados en este proceso, y de todos en general.
Con humildad pero a la vez con atrevimiento, siendo conscientes de que debemos crear, generar novedad. Debemos basarnos en la experiencia, en lo construido en cada Provincia, pero con una gran apertura a nuevas ideas; pensando más en lo mejor para los enfermos, asistidos, usuarios y menos para nosotros mismos.