La persona enferma y su familia forman una unidad inseparable en los cuidados.
- En el camino de dar los mejores cuidados y alcanzar la mayor calidad de vida de la persona atendida, las cuidadoras y los cuidadores se olvidan de cuidarse a sí mismos.
- En San Juan de Dios la persona enferma y su familia forman una unidad a la que cuidar que contribuye en el bienestar de la persona atendida.
Madrid 10 de febrero de 2021_Hoy 11 de febrero celebramos la Jornada Mundial del Enfermo bajo el lema “Cuidémonos mutuamente” que destaca la importancia de cuidar a las personas cuidadoras.
Un mensaje totalmente alineado con el modelo de atención integral de San Juan de Dios, que nos empuja a personalizar el modo de acercarnos a la persona enferma, no solo curando, también cuidando a través de gestos que ofrezcan alivio y consuelo y siendo conscientes, además, que junto a la persona enferma hay una familia que sufre, y que a su vez pide consuelo y cercanía.
Esto se consigue atendiendo todas las dimensiones humanas: física, psicológica, social y espiritual. Para paliar esta situación la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios incluye dentro de los cuidados del paciente a la familia y al cuidador o cuidadora.
Persona enferma y familia: la unidad en los cuidados.
Cuando existe una persona dependiente o enferma la familia tiene una importancia decisiva. En ocasiones estos cuidados se reparten entre varios miembros de la familia, pero siempre aparece la figura del cuidador o cuidadora principal, sobre la que recae la mayor carga y responsabilidad.
Su trabajo es complicado y duro. La mayor parte de las veces supone priorizar el cuidado de la persona enferma a su vida familiar y personal que repercute sobre su bienestar emocional ya que se ve abocada a modificar sus relaciones interpersonales o a abandonar proyectos vitales olvidando cuidarse a sí misma convirtiéndose en ocasiones en enferma secundaria debido a la carga emocional y física que conlleva cuidar.
Para paliar esta situación la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios incluye dentro de los cuidados a la familia y al cuidador o cuidadora. El soporte psicológico y emocional es esencial ya que esta figura soporta una incalculable carga emocional y tiene una alta prevalencia de ansiedad o depresión.
Los Centros de San Juan de Dios cuentan con Equipos de Atención Psicosocial que ofrecen este soporte: estimulando a la cuidadora o cuidador y a la familia a exponer sus sentimientos, hablar de sus necesidades. Existen siempre, incluso tras la pérdida, canales de comunicación abiertos con los familiares acerca de las alteraciones que puedan ocurrir durante o tras el proceso para responder a las cuestiones de forma sincera y cercana.
Foto del Hospital San Juan de Dios de Santurce. Realizada antes de la pandemia.